Desde hace mucho que los celulares Android o iOS cuentan con la función de punto de acceso inalámbrico dentro de las opciones de red. Pero no tantos saben que esta opción también está disponible en Windows. En definitiva, es un dispositivo más avanzado que un smartphone ¿Qué razón habría para dudar de que puede hacerlo?
Pues ninguna, y lo lleva haciendo desde la época de Windows 7, si bien ahora lo hace de forma más transparente y pulsado un solo botón. De todas formas, siempre está la opción de Símbolo del sistema que también veremos en caso de que no estemos utilizado Windows 10 en sus últimas versiones. Es un método genérico que siempre se debe conocer.
Al convertir tu portátil en un repetidor WiFi dispondrás de estas funciones:
- Un nuevo punto de acceso para llevarte aún más lejos la cobertura Wi-Fi de tu router.
- Podrás usarla para concertar invitados si los quieres mantener alejados de tu router y sus credenciales de acceso
- Podremos configurar tanto el nombre de la red como la contraseña a utilizar
- Es compatible con todo tipo de dispositivos con Wi-Fi como smartphone y demás
- En los programas de terceros incluso permiten funciones avanzadas como configurar IP, limite de datos y másAunque también hay algunas cuestiones que deben ser tenidas en cuenta
- El consumo de batería del dispositivo será un poco superior.
- La seguridad no va a ser tan elevada como en un router, de hecho, la contraseña será perfectamente visible desde el equipo servidor.
- El límite de conexiones simultáneas será de 8 clientes, al menos con la configuración de Windows.
- No se puede configurar el nivel de encriptación y limitar acceso a determinados clientes.
Convertir tu portátil en un repetidor WiFi en Windows 10
Sin duda este método será el más sencillo para todos aquellos que tengamos Windows 10 relativamente actualizado. Como la mayoría de funciones de Windows, estará disponible sin previa licencia y con todas las versiones de sistema operativo incluso la Home.
En este punto, es más que obvio disponer de una conexión WiFi accesible por el equipo, pudiendo ser tanto de 5 GHz como de 2,5 GHz, Wi-Fi 4, 5 o 6. Todas ellas son compatibles con la función sin mayor problema.
Pues el procedimiento será tan sencillo como dirigirnos el menú inicio y acceder a la configuración pulsando en icono de la rueda dentada abajo a la izquierda.
A continuación, accedemos a la opción “Red e Internet” en la ventana que se acaba de abrir
En la nueva ventana que se abre paso, buscaremos en la lista izquierda el apartado “Zona de cobertura inalámbrica móvil”. De esta forma ya estaremos en el lugar correcto.
Por supuesto no vamos a dejar por defecto el SSID de la red y la contraseña por defecto, así que antes de activar la opción debemos pulsar sobre “Editar”
Ahora colocamos un nombre que nos guste y una contraseña, la cual debe tener al menos 8 caracteres para ser válida, aunque no pide requisitos como números o caracteres alfanuméricos. En este sentido la seguridad tampoco es nada del otro mundo, pero por defecto será WPA-2.
Sin más que hacer, pulsamos el botón mágico situado en el extremo superior para convertir tu portátil en repetidor WiFi. De esta forma aparecerá más abajo un log con la cantidad de dispositivos conectados en un máximo de 8.
De forma adicional, se nos activa una opción inferior que permite al dispositivo desconectar automáticamente la zona de cobertura Wi-Fi si este está utilizando la batería.
Conectarnos al portátil con Wi-Fi, velocidad e IP
Una vez realizada la configuración anterior, vamos a dirigirnos a nuestro dispositivo móvil Android en este caso, y conectarnos.
Hacemos los pasos propios de Android para situarnos sobre la lista de puntos de acceso Wi-Fi y seleccionamos el que acaba de añadirse a la lista. Colocando la contraseña, ya tendremos conexión a Internet.
Por curiosidad, vamos a probar la velocidad de nuestra conexión a través del portátil. La situación es la que sigue: el portátil tiene una tarjeta de red Intel Wireless-AC 7260 conectada a una red de 5 GHz. La velocidad de descarga de la red de prueba es de 40 MB y 20 MB de subida, estando todos los dispositivos cerca del router y portátil.
La velocidad que hemos obtenido en el mejor de los casos es de casi 18 Mbps de descarga y 9 Mbps de subida, que vendría a ser la mitad de lo máximo disponible. Vemos por tanto que dependiendo de la tarjeta, cobertura y potencia, el ancho de banda se verá más o menos reducido. En nuestro caso estamos a la mitad de las posibilidades.
No es todo, porque si ahora nos vamos de nuevo a nuestro portátil que actúa como punto de acceso, comprobaremos en la ventana de configuración la presencia del cliente conectado. De él sabremos su nombre de red, la dirección IP y la dirección MAC.
Cabe decir que la dirección IP que se le asigna a los clientes de la red no es la misma que asigna el router, esta es una diferencia importante respecto a muchos repetidores WiFi físicos que tienen la función de puente. Esta IP la da el propio ordenador que funciona como NAT.
A consecuencia de esto, el cliente pertenecerá a otra red, así que no será en principio visible por el resto de dispositivos conectados a la red LAN de nuestro router.
Fuente: https://www.profesionalreview.com/2020/09/19/como-convertir-tu-portatil-en-un-repetidor-wifi/